martes, 29 de diciembre de 2020

Ante ciertas "leyes"

 

¿EUTANASIA? ¿ABORTO?



¡Nadie es dueño de la vida de nadie!

Ni estado, ni familia, ni médicos, 

¡Nadie es dueño de la vida de nadie!

viernes, 4 de diciembre de 2020

Los presupuestos de Pancho Villa



Pancho Villa (1878-1923) fue uno de los jefes de la Revolución mexicana de 1910. Dicen que cuatrero y bandolero, antes de sumarse a la causa revolucionaria en la que destacó por su audacia. Otros detalles de su vida azarosa pueden conocerse leyendo Wikipedia. Por ejemplo, que no se sabe a ciencia cierta cuántas esposas tuvo, aunque parece que se casó legalmente unas setenta y cinco veces (!). Era conocido en todas partes como «El amigo de los pobres». Una especie de Robín Hood mexicano.

Nombrado gobernador provisional de Chihuahua, es muy célebre su “solución” a los problemas económicos de entonces: Mandó imprimir abundantes y diversos billetes.

—Bueno, si todo lo que se necesita es dinero, emitámoslo.

Enseguida puso a trabajar a las imprentas, y lanzó un decreto, ordenando la aceptación a la par de sus billetes en todo el Estado.

Quién iba a decirle, a él que era casi analfabeto, que pasado más de un siglo, un gobierno de izquierdas español, presidido por un doctor en economía, iba a copiarle la "solución".

sábado, 16 de mayo de 2020

Mentir



MENTIR CON LAS ESTADÍSTICAS




Mentir o engañar con estadísticas es un viejo y repetido arte que han practicado siempre los gobiernos y los particulares, basándose en la ignorancia del público.

Los propios datos estadísticos son globales y por tanto inexactos cuando se trata de concretar. Es el viejo dicho de que si yo me como un pollo, entre tú yo nos comemos medio cada uno.

Otro viejo truco es no hacer divisiones, y presentar los datos absolutos, pero no los relativos. No es igual una cifra de 100 muertos referida a Andalucía (8.446.561 habitantes) que referida a Castilla y León (2.393.285 habitantes). En el primer caso significan casi la cuarta parte que en el segundo.

También es típico dar cataratas de cifras que marean al lector, y omitir las que realmente comprometen al informante.

¡Qué sufridos son los números, y qué tontos nos cree el Gobierno!