sábado, 7 de abril de 2018




ARTIFICIAL SI, INTELIGENCIA NO



Se dice que las máquinas competirán con los humanos, y en pocos años les superarán. Drones, robots, realidad virtual, redes y más redes, todo guiado o gobernado por la llamada Inteligencia Artificial, ídolo de la sociedad laica. “Pasamos por alto que estamos ya inmersos en la mayor revolución tecnológica de la historia, una gran disrupción que cambiará la faz de la humanidad” (ABC, 25/03/18).

Hay mucho sensacionalismo en estas palabras, pues por ejemplo la traducción automática correcta del español al inglés está aún muy lejos de conseguirse, si es que alguna vez llega, pese a tantos años de intentarlo.

Si un vehículo sin conductor irremediablemente se encuentra en la alternativa de atropellar al peatón de su derecha o al de su izquierda, ¿a cuál “elegirá”? En realidad, o procederá al azar, o lo hará conforme al programa que un humano le haya grabado previamente. (Por ejemplo, matar al más viejo, o al de menos estatura, quién sabe).

Artificial sí, pero inteligencia no. Las máquinas nunca serán libres, ni podrán tomar decisiones autónomas. Sólo actuar en base a información (ingentes cantidades de ella, si se quiere), y en base a unos criterios de elección que les habrán sido programados externamente… por seres humanos, o por otras máquinas programadas por humanos, lo mismo da. En ocasiones podrán actuar con mayor exactitud, rapidez o limpieza que las personas, como ciertos aviones vuelan más altos y veloces que los pájaros. Pero a nadie se le ocurriría decir que un submarino es un pez artificial.